(Wladimir Albornoz, otra víctima de los Capriles oligargas de El Siglo)
YMV – El Huracán
No contento con instaurar el acoso laboral a través de su grupo de esbirros tarifados, el directivo del Diario El Siglo C.A, de Maracay – estado Aragua, Tulio Manasés Miguel Capriles Mendoza, prosiguió en su práctica temeraria de amenazar a sus trabajadores, esta vez le correspondió a un vigilante ser la víctima de su lista negra de atropellos.
Este sábado 07/12/07, por órdenes de Tulio Capriles Mendoza, le fue negada la entrada al trabajador Wladimir Albornoz para cumplir su guardia de fin de semana.
Albornoz llegó a las puertas del “Imperio Azul” - como se le conoce al periódico de los Capriles Oligarcas – antes de las seis de la mañana, para comenzar su faena. Sin embargo sus compañeros le informaron que no podía entrar pues, el nuevo jefe de personal les indicó el día anterior que tenía el ingreso prohibido.
El equipo de El Huracán logró entrevistar a la víctima, quien se encontraba a la entrada de El Siglo este sábado recogiendo firmas de sus compañeros de labores para dejar constancia de la arbitrariedad a la que estaba siendo sometido.
No muy lejos de la entrada se observó la presencia de Carlos Nieves, asistente número uno de Tulio Capriles Mendoza, quien se encargó de materializar el desafuero.
La razón de esta situación fue explicada por el vigilante: “Desde que pasó lo que pasó el 26 de enero en el diario El Siglo, cuando el licenciado Tulio Capriles entra y toma el periódico con los policías de Aragua, la mayoría de los trabajadores hemos sido víctimas de abusos porque sencillamente en aquél momento nos negamos a aceptar el tener que laborar con el acoso de los policías encima nuestro”.
“Desde que nuevamente logramos entrar a nuestra empresa con la mediación del Ministerio del Trabajo, hemos sido perseguidos, y como la gente de Inpsasel nos recomendó mantener la paz y dejar constancia de todas las irregularidades que nos ocurran, pues algunos de nosotros hemos levantados actas, notificado al sindicato Sinbotrasiglo y a las autoridades del mismo Inpsasel y Ministerio del Trabajo todas esas cosas que significan una arbitrariedad contra nosotros”, apuntó Albornoz.
Este empleado ha solicitado innumerables veces ser cambiado del grupo de guardia, pues constantemente recibe los choques y ofensas de los miembros del clan de Capriles Mendoza, pero el directivo se ha negado a ello por pura demostración de poder.
“Hace unos días tuve un encontronazo con personas que al igual que yo son asalariadas y tienen mi misma condición social pero a cuenta de mantener un contacto estrecho con el licenciado Capriles Mendoza se creen también los dueños de El Siglo, y comenzaron a molestarme hasta que nos fuimos a los puños, pero a ninguno de ellos los han sancionado o al menos llamado la atención, solo me convocaron a mí el viernes a la oficina de personal para exigirme mi renuncia, pero yo estoy claro que no soy culpable, me niego a renunciar a mi trabajo, tengo derechos y los voy a hacer respetar”.
Wladimir Albornoz fue miembro de la guardia de honor de Casa Militar cuando el presidente Hugo Chávez comenzó su primer periodo presidencial. Posteriormente se retira para regresar a Maracay con su familia, y logra entrar al diario El Siglo C.A., donde ha permanecido durante varios años sin que haya una tacha en su expediente.
Es importante recordar que hace unas semanas el jefe de deportes de este medio de comunicación atacó a uno de sus subalternos, a quien casi ahorca, en una iracunda salida ante un reclamo del trabajador, cuestión que no repercutió y por lo cual no fue amonestado por Tulio Capriles Mendoza.
Algunos comentan que en el “Imperio Azul” la enajenación se ha apoderado de sus directivos quienes fomentan toda clase de arbitrariedades. Casos como el del chofer Alfonso Colina atacado por cuatro escoltas de Tulio Capriles en marzo pasado, el despido injustificado a tres periodistas en el mes de junio y por lo cual el Ministerio del Trabajo recientemente ordenó reenganche y pago de salarios caídos, prohibición de entrada a la empresa del trabajador Melecio León, así como la actitud impune del violento jefe de deportes y ahora con el desafuero a un vigilante se da por sentado que el diablo está metido allí…
Le corresponde ahora a Wladimir Albornoz emprender una larga carrera ante la Inspectoría del Trabajo de Maracay y enfrentar el consecuente levantamiento de pruebas falsas por parte de los abogados de Capriles Mendoza para demostrar que ha sido víctima de un atropello más por parte de un oligarca dueño de un medio de comunicación.