Por: Dr. Cornelio Vegas para El Huracán
A comienzos de años se constituyó en Maracay el Sindicato de Trabajadores Bolivarianos del Diario “El Siglo” (Sirbotrasiglo).
A raíz de ese acontecimiento, se sucedieron en Aragua, hechos aberrantes que superan las barbaridades ocurridas con la Seguridad Nacional de Pérez Jiménez y Pedro Estrada, y los atropellos de la Digepol adecopeyana en tiempos de la insepulta 4ta. República.
Unos de los accionistas de ese diario ofició al Jefe Policial adscrito a la Gobernación Aragueña, solicitando auxilio a esa dependencia de orden público para resolver un incipiente conflicto que solo podía ventilarse en tribunales ordinarios.
El cuerpo policial envió unos cien funcionarios fuertemente armados que tomaron las instalaciones de ese Diario, atropellando a trabajadores, periodistas y demás personal, incluso directivo.
Es decir, la policía a petición de un accionista se convirtió en guardia pretoriana y juez ilegal, en ostensible abuso de poder y usurpación de funciones, protegió a una de las partes. La brutalidad policíaca se consumo el 27-01-07.
Estos desmanes han ido in crescendo, y a pesar de acta conciliatoria suscrita ante la Inspectoría del Trabajo el 6 febrero, la empresa procedió al despido injustificado de valientes periodistas, como es el caso de Yohana Mariané Vargas, Jamilet Rondón y Gabriel Capriles, violentando leyes y códigos, comenzando por el Decreto Presidencial sobre Inamovilidad Laboral prorrogada dictada a favor de los trabajadores, que en razón de ellos no podrán ser despedidos, trasladados ni desmejorados.
Siendo el caso que la ilegítima directiva patronal ni siquiera pidió calificación de despido ante el Inspector del Trabajo. Ante la canallada patronal de los poderosos, los que suscribimos el ideario bolivariano, nacionalista y revolucionario, nos identificamos con el Sindicato Bolivariano objeto de la persecución, y solicitamos el cese de esta flagrante injusticia.
La Inspectoría del Trabajo de Aragua debe ordenar el reenganche inmediato de los despedidos sin causa justa y el pago de los salarios caídos, ya que, la patria de Simón Bolívar, no puede ser una especie de tierra de nadie, propicia para la inclemente arbitrariedad y el abuso de poder de la oligarquía mediática. Patria, Socialismo o Muerte.