UN AÑO DE PRIVILEGIOS QUE POCOS TENDRÁN EN SU VIDA
Yohana Mariané Vargas – El Huracán “Nada mejor que la verdad”
Este miércoles 18 de junio se cumplió un año de grandes experiencias que desde mi óptica solo puedo catalogar de positivas.
Hace un año mis compañeros Gabriel Capriles, Jamilet Rondón y quien les escribe Yohana Vargas fuimos sacados de nuestros puestos de trabajo por no bajar la cabeza frente a un ser envilecido por el poder y de quien solo puedo pedirle a Jesucristo: clemencia porque no sabe lo que hace.
Nos sacaron como a delincuentes y ni siquiera nos permitieron recoger nuestras pertenencias. En mi escritorio quedó el grabador que muchas veces usé para alimentar mi página La Justicia en Aragua, algunos libros, leyes, fotos, recuerdos.
Pensé que me iba a doler mucho dejar de entrar a El Siglo C.A., pero no ha sido así, por el contrario siento paz porque no he tenido que vivir lo que desde el 18 de junio de 2007 en adelante han tenido que sufrir los compañeros que se quedaron dentro.
Lo que sí ha sido duro es comprobar que el ser humano tiene pocos amigos cuando se enfrenta a momentos de incertidumbre. Cuando no tienes trabajo te miran como con lástima, inclusive lo hacen aquellos que - a sabiendas de la injusticia a la que fuimos sometidos - a estas alturas no entienden que es mejor perder el empleo que la dignidad.
Creí en el sistema. Ya no. Creí en la aplicación de leyes en Venezuela. Ya no. Creí en el proyecto socialista. Ya no. Creí en muchas cosas desde antes de ocurrir este despido ilegal, pero una vez estando en la calle, puertas afuera de El Siglo, me di cuenta que solo hay que creer en uno.
Esta grandiosa experiencia de no tener nada me ha enriquecido de tal manera que hoy siento que veo con claridad mis pasos a futuro, porque ser periodista es un compromiso personal y cuando te quitan el vendaje puedes ver la tierra que pisas y caminar firme.
¿Quién ha perdido en todo esto?. A mi modo de ver quienes pierden y seguirán perdiendo son aquellos que debido a su ignorancia de las cosas actúan con miedo perdiendo la integridad moral.
Siento que he ganado tanto, porque entendí que “Mas vale refugiarse en Dios que creer en los poderosos”. (Salmo 118:8). Esa es la única respuesta, el único camino que nos dará fortaleza, paciencia.
También descubrí que la familia es el mayor tesoro que podamos tener y doy gracias a Dios por mi familia humilde pero dispuesta a darme esa inyección de energía para no bajar la cabeza ante nadie, y siempre brindarme un calor, un hogar, comida y medicinas.
Descubrí que tengo muy pocos amigos, tan imprescindibles que sin ellos este año de desempleo hubiese sido miserable, los puedo contar con los dedos de mis manos y me sobrarían: el Dr. Cornelio Vegas, la Dra. Sara Mier y Terán, y especialmente el Ing. Manuel Capriles Hernández.
Ellos han levantado una fortaleza inquebrantable para que nosotros tres podamos seguir en la búsqueda de justicia sin que nos abatan las piedras en el camino. Sin ellos no habría sido posible mantenerse en pie en este año de perplejidad porque cada día destapábamos más y más podredumbre a todo nivel.
Ha sido un privilegio esta terna de amigos, y como diría alguien por allí: soy una desempleada atípica porque luego de un año sin cobrar y sin ver justicia he podido comer, vestirme, ir, venir y no morir de angustia en el intento. Gracias a ustedes y en honor a ustedes seguiremos en pie de lucha.
Su amiga.