¿Quién se ocupa de los periodistas en Venezuela?
Yohana Vargas – El Huracán “Nada mejor que la verdad”
El final de la concesión de Rctv hizo que desde el año 2007 se alimentara un fervor inusual por ‘la defensa de los derechos y la libertad de expresión’. Frase trillada entre muchos conciudadanos que hasta salieron a la calle a marchar, inventaron canciones, lloraron a moco suelto, se dieron golpes de pecho, se arrancaron los cabellos porque ya no verían en canal libre a Rctv.
Para algunos Globovisión y Rctv son los adalides de la justicia informativa, denuncian lo que otros no, defienden la libertad de expresión de los venezolanos, etc., etc., etc.
Tanta hipocresía mediática da miedo, porque por otro lado abundan los medios de comunicación regional con la misma mentira y desinformación a través de sus publicaciones.
¿Por qué defender y/o atacar a un Marcel Granier o a un Alberto Federico Ravell? ¿Por qué nadie defiende a los comunicadores sociales de este país, sino que se enfocan en los dueños de los medios y en los medios en sí?.
Son ellos, los dueños de los medios quienes imponen sus mafias y los periodistas – no todos – por un pedazo de pan se dejan controlar y caen en esas redes de desinformar, de tergiversar, de autocensurarse porque les da miedo perder el quince y último, porque no saben defenderse y mucho menos hay quien los defienda.
Pareciera un complot entre el Colegio Nacional de Periodistas y los dueños de medios que tratan sus periódicos, sus radios o televisoras como una pulpería. El CNP solo sirve para hacerse sus relaciones públicas, darse un caché en el plano internacional en congresos, en fin, de la lírica no pasa el alcance de este devaluado gremio.
Pero no es solo el CNP, sino que en contraparte tenemos a un movimiento – en el que sinceramente creí hasta hace poco – como lo es la ONG Periodistas Por la Verdad, quienes realmente abrieron un debate interesante en marzo pasado en contra de los señalamientos contra nuestro país por parte de la tramoyista Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Esta muy bien la posición de la organización que dirige Marcos Hernández contra esta embestida del imperio de querer ubicar a nuestro país como perseguidor de medios impresos.
Me pregunto entonces: puertas adentro de Venezuela ¿qué han hecho ustedes camaradas?. ¿Cuál es el aporte, más allá del discurso, para el gremio periodístico del país? ¿Han hurgado internamente los casos de abusos contra la libertad de expresión, censura, vetos, despidos injustificados de periodistas, sueldos irrisorios a los profesionales de la comunicación?, ¿Han revisado las mafias existentes entre los dueños de medios que uniforman las informaciones en los estados para obligar al ciudadano a tener solo un punto de vista sobre algún tema?.
Y otra vez me pregunto: ¿Dónde están Globovisión y Rctv denunciando los atropellos a los periodistas en Venezuela por parte de los dueños de medios? Es que entre bomberos no se pisan la manguera….
A mi juicio Periodistas por la Verdad al igual que el Colegio Nacional de Periodistas, Globovisión y todo ese grupito actúa hipócritamente, buscando renombre, buscando vibrar a nivel nacional pero dejando a un lado la investigación sobre la decadencia que viven los periodistas en Venezuela, la doble moral a la cual es sometido diariamente en cuanto a decir la verdad o callar por una migaja de sueldo.
Esta profesión es tan importante en cualquier sociedad, y ocupa la mirada hoy día de todos los venezolanos que resulta curioso que nadie se ocupe en entender el intríngulis cotidiano de un profesional de la comunicación que no tiene ningún tipo de protección ni gremial, ni social, ni laboral y sin embargo debe enfrentarse al monstruo diario de la manipulación patronal de las informaciones.
¿Qué pasa cuando el periodista es víctima?. El CNP - por ejemplo – se encarga de escribir un comunicado y fijar posición. De nuevo más verbo que acción. Lo único que un periodista encuentra en este colegio es un fin de semana de bolas criollas, unas cajitas de cerveza y una parrillada el día del periodista.
El resto del año el CNP se diluye en su anonimato, en la omisión de sus funciones, en dejar de hacer para no caer en dilemas. A los periodistas nadie los escucha, nadie entiende el riesgo de la profesión creada para defender los derechos de otros.
Y pensando que Periodistas por la Verdad iba a ser la excepción, muchos creyeron en este movimiento que resultó ser un fantasma, que aparece de vez en cuando y de cuando en vez solo para agarrar cámara, decir unas cuantas frases contundentes y de nuevo desaparecerse dejando a todos los comunicadores sociales con sus problemas existenciales.
¿Por qué no se llena este vacío? ¿Por qué hay fuerza y gallardía solo para atacar uno que otro asunto comunicacional? ¿ Por qué ni el CNP ni Periodistas Por la Verdad se ocupan de lo que verdad importa: el ser humano que hay dentro del periodista….? Con mayor y mejor formación a los comunicadores se acabarían las imposiciones patronales, resurgiría la valentía y el ánimo para darse a respetar sin miedo a un despido, sin miedo a caer en las mafias de los medios de comunicación, a la manipulación y la desinformación. Con tanto vacío gremial el periodismo en Venezuela seguirá en crisis.
yohavargas@hotmail.com