Yohana Mariané Vargas – El Huracán “Nada mejor que la verdad”
A punto de cumplir un año de haber sido botados como perros a la calle de nuestros puestos de trabajo, nosotros: Jamilet Rondón, Gabriel Capriles y quien escribe, nos preguntamos: ¿hasta cuándo el gobierno permite que los poderosos dueños de medios sigan pisoteando el alma a los trabajadores de este país?.
Si bien es cierto que el ejecutivo ha reivindicado a los trabajadores de Sidor, así como a muchos gremios sindicales que por fin han obtenido respuesta a sus años de lucha por un mejor vivir, no es un secreto que nuestro caso, aún cuando se trata de solo tres comunicadores sociales es el ejemplo de lo que no se quiere en este país: maltrato a su clase trabajadora.
Señor ministro Roberto Hernández: como periodistas, cuyas carreras hemos forjado en un medio de comunicación que alguna vez fue prestigioso (diario El Siglo C.A., de Maracay – estado Aragua), hemos sentido en carne propia la indolencia no solo de la Inspectoría del Trabajo de la región, sino de las mismas autoridades del Inpsasel organismo creado para defender y atender asuntos concernientes a la situación de higiene y bienestar en el ámbito laboral.
Nada ha pasado con las múltiples denuncias que levantamos hace más de un año donde se dejó constancia del atropello laboral de que fuimos objeto junto a nuestros compañeros, donde se nos impidió por orden patronal el ejercicio de las funciones como periodistas, se nos vetó y se nos quitó hasta las computadoras donde escribíamos nuestros artículos noticiosos.
Tampoco ha habido una reacción por parte del Ministerio del Trabajo o Inpsasel frente a la situación de acoso y psicoterror laboral que viven los empleados de El Siglo C.A., con la presencia de armas y delincuentes que han entrado a este medio con la anuencia del patrono.
Esta actuación de quien gerencia actualmente esta empresa comunicacional no es más vergonzosa que el hecho de que las instituciones públicas, creadas para hacer respetar los derechos de la clase trabajadora mantenga un cómplice silencio y se permita que a pesar de estas denuncias los supermillonarios Capriles de Maracay sigan obteniendo solvencias laborales y recursos en dólares para comprar insumos.
De esta manera se ha hecho patente una cadena de confabulación entre quienes utilizan sus medios de comunicación privados para atacar al gobierno del presidente Hugo Chávez y a su vez mantienen un maridaje con altos personeros del chavismo para obtener prebendas, a cambio de algunos centimetrajes de publicidad previo al desenlace que supondrá las elecciones internas del Psuv.
Señor ministro Hernández: ¿Por qué el gobierno teme ponerle la cascabel al gato?. ¿Por qué existe tanta mordaza sobre nuestras denuncias y se permite que los acaudalados Capriles de Maracay sigan mandando en la región como en los tiempos de la IV república?.
El Ministerio del Trabajo no ha hecho valer tres reenganches que limpiamente ganamos en noviembre de 2007, por el contrario, los funcionarios que representan este organismo en Maracay se dejaron apabullar por el patrón Capriles de El Siglo C.A., cuando el 23 de enero de 2008 acudimos a nuestra empresa a ejecutar los reenganches y nos lanzaron a la Policía de Aragua, trancándonos las puertas y burlándose de la inspectoría.
¿Es esta la revolución por la cual creamos un sindicato bolivariano?.
Ya fuimos burlados una vez por el otrora ministro José Ramón Rivero, cómplice de los Capriles, junto a su faldero José Gregorio Villarroel, cuando vendieron nuestra causa y nada hicieron por atender nuestras demandas.
Por fortuna ya están fuera del Ministerio, pero ¿Alguien va a reparar el daño causado por estos dos señores a la masa trabajadora de este país?.
Lo más increíble de esta historia es que los poderosos Capriles sigan despidiendo gente de sus puestos de trabajo como es el caso de José León y Wladimir Albornoz, obligándolos a mendigar justicia en la Inspectoría de Maracay y a comerse un cable porque ellos son los que manejan el poder en esta entidad.
Señor ministro Hernández: La desidia institucional está acabando con el proyecto socialista, no sea usted uno más del montón y reaccione frente a las demandas de la clase obrera de este país.
yohavargas@hotmail.com
A punto de cumplir un año de haber sido botados como perros a la calle de nuestros puestos de trabajo, nosotros: Jamilet Rondón, Gabriel Capriles y quien escribe, nos preguntamos: ¿hasta cuándo el gobierno permite que los poderosos dueños de medios sigan pisoteando el alma a los trabajadores de este país?.
Si bien es cierto que el ejecutivo ha reivindicado a los trabajadores de Sidor, así como a muchos gremios sindicales que por fin han obtenido respuesta a sus años de lucha por un mejor vivir, no es un secreto que nuestro caso, aún cuando se trata de solo tres comunicadores sociales es el ejemplo de lo que no se quiere en este país: maltrato a su clase trabajadora.
Señor ministro Roberto Hernández: como periodistas, cuyas carreras hemos forjado en un medio de comunicación que alguna vez fue prestigioso (diario El Siglo C.A., de Maracay – estado Aragua), hemos sentido en carne propia la indolencia no solo de la Inspectoría del Trabajo de la región, sino de las mismas autoridades del Inpsasel organismo creado para defender y atender asuntos concernientes a la situación de higiene y bienestar en el ámbito laboral.
Nada ha pasado con las múltiples denuncias que levantamos hace más de un año donde se dejó constancia del atropello laboral de que fuimos objeto junto a nuestros compañeros, donde se nos impidió por orden patronal el ejercicio de las funciones como periodistas, se nos vetó y se nos quitó hasta las computadoras donde escribíamos nuestros artículos noticiosos.
Tampoco ha habido una reacción por parte del Ministerio del Trabajo o Inpsasel frente a la situación de acoso y psicoterror laboral que viven los empleados de El Siglo C.A., con la presencia de armas y delincuentes que han entrado a este medio con la anuencia del patrono.
Esta actuación de quien gerencia actualmente esta empresa comunicacional no es más vergonzosa que el hecho de que las instituciones públicas, creadas para hacer respetar los derechos de la clase trabajadora mantenga un cómplice silencio y se permita que a pesar de estas denuncias los supermillonarios Capriles de Maracay sigan obteniendo solvencias laborales y recursos en dólares para comprar insumos.
De esta manera se ha hecho patente una cadena de confabulación entre quienes utilizan sus medios de comunicación privados para atacar al gobierno del presidente Hugo Chávez y a su vez mantienen un maridaje con altos personeros del chavismo para obtener prebendas, a cambio de algunos centimetrajes de publicidad previo al desenlace que supondrá las elecciones internas del Psuv.
Señor ministro Hernández: ¿Por qué el gobierno teme ponerle la cascabel al gato?. ¿Por qué existe tanta mordaza sobre nuestras denuncias y se permite que los acaudalados Capriles de Maracay sigan mandando en la región como en los tiempos de la IV república?.
El Ministerio del Trabajo no ha hecho valer tres reenganches que limpiamente ganamos en noviembre de 2007, por el contrario, los funcionarios que representan este organismo en Maracay se dejaron apabullar por el patrón Capriles de El Siglo C.A., cuando el 23 de enero de 2008 acudimos a nuestra empresa a ejecutar los reenganches y nos lanzaron a la Policía de Aragua, trancándonos las puertas y burlándose de la inspectoría.
¿Es esta la revolución por la cual creamos un sindicato bolivariano?.
Ya fuimos burlados una vez por el otrora ministro José Ramón Rivero, cómplice de los Capriles, junto a su faldero José Gregorio Villarroel, cuando vendieron nuestra causa y nada hicieron por atender nuestras demandas.
Por fortuna ya están fuera del Ministerio, pero ¿Alguien va a reparar el daño causado por estos dos señores a la masa trabajadora de este país?.
Lo más increíble de esta historia es que los poderosos Capriles sigan despidiendo gente de sus puestos de trabajo como es el caso de José León y Wladimir Albornoz, obligándolos a mendigar justicia en la Inspectoría de Maracay y a comerse un cable porque ellos son los que manejan el poder en esta entidad.
Señor ministro Hernández: La desidia institucional está acabando con el proyecto socialista, no sea usted uno más del montón y reaccione frente a las demandas de la clase obrera de este país.
yohavargas@hotmail.com